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miércoles, 24 de junio de 2015

Estela y Mauro: la escena

  No puedo decir que sea una costumbre porque la verdad es que solo lo he hecho dos veces, una por cada uno de los libricos con los que os vengo asaeteando :), pero si hubiera un tercero o los que quieran venir, quiero recrear cada uno de ellos en una pequeña escena. Con mi Canelo fue el encantador bosque nocturno de Silbalabí y lo primero que pensé para Estela fue ese dulce país de los cuentos sin escribir, pero antes de reparar en lo complicado que podría haberme resultado hacer ese arco iris multicolor, me di cuenta de que en mi corazón lo que realmente  se había instalado era aquel cojín que tan amorosamente ahuecaba Estela... 


  Cuando lo soñaba, di con el tutorial de una butaca y hasta llegué a tener cortados los patrones y elegida la tela con la que pensaba tapizar, pero entonces llegaron los cuadros de Victoria y me di cuenta de que aquellas no eran maneras de estar a la altura así que entré en tratos con "Sophia Miniatures" y qué queréis que os diga, no hay contimparación! En el mismo viaje llegó la lámpara, uno de esos amores a primera vista :)


  Los tres primeros fueron niños y quizá por eso me decidí a dejar a la pequeña en la escena :), me partía el corazón enviarla también al colegio :) 


  Es una suerte que Mauro no pudiera resistirse a ese trenecito cuando lo vio y volviera a casa con la sorpresa para su pequeña. Ahí donde la veis, es un verdadero trasto y yo temía por mi juego de te :)

  Azucena  no quedó muy convencida con mi rendición ante la butaca pero finalmente transigió no sin antes dejar muy claro que no habría más concesiones y que aquella escena había que currársela en condiciones, así que desenfundé un par de kit de Mini Mundus que formaban parte de mi fondo de armario miniaturil no recuerdo ni desde cuando y me hice con esta rinconera y la pequeña cómoda de la que hablaba el cuento :)



  
  Buscaba sobre todo calidez, así que decidimos no pintar sino teñir y encerar los muebles una vez montados y me encanta el resultado.




   Lo más complicado de todo? Colocar la espiral de ese cuaderno! Fue muy sencillo dar la forma adecuada a un trocito de alambre, pero hacerlo pasar después por esos agujeros diminutos resultó una auténtica cruzada. 

  Las lilas son de Victoria. Las guardaba en una cajita de cristal a la espera de encontrarles mejor lugar. Se van los ojos al jarrón, verdad? :) Sobre la mesita, una pipa, Mavara no me hubiera perdonado que prescindiera de ella. :)

  Y así quedó :)



  Cuando la miro no puedo evitar sonreír y pensar que tampoco hacía falta el trabajo que me tomé; con haber puesto simplemente los cuadros de Victoria la escena estaba perfecta :) 

  Y por fuera??? Cómo me las apañé para vestir la caja por fuera? :)



  Así de fásil!!! :) 

  Por lo demás, nada es casual en ella, todas las pequeñas cosas que veis por aquí y por allá tienen su sentido y un significado muy especial para mí y aunque el cartelito reza "Estela y Mauro", yo cuando la miro veo un mapa donde Aragón, Navarra y Andalucía se dan la mano a la sombra del arco iris.




martes, 23 de junio de 2015

Estela y Mauro: el libro

  
  Dedicado a Vic, Mav y Azu, desde el fondo de mi corazón y con toda mi gratitud. :)



"Estela y Mauro
El País de los cuentos sin escribir"

 Más allá del horizonte, donde la bruma se confunde con las montañas y el arco iris toma apoyo para desplegar su manto de color sobre el cielo, rodeado de verdes y frondosos bosques, florece el País de los Cuentos sin Escribir.



 Allá, en deliciosa y despreocupada libertad, van y vienen las palabras y las letras, jugueteando como los cachorros de la última camada, descubriendo la vida, los puentes y los laberintos de mil historias a la espera de ese tren de horario incierto que, quién sabe si algún día, se los lleve hasta las páginas de un libro y de allí a la eternidad…

  Allá, en busca de una historia a retazos intuida, llegó Estela cuando apenas clareaba una mañana de mayo que jamás olvidará. 


    Apenas cruzó la linde que marcaba el final del bosque, un revuelo alborotado de palabras, signos, exclamaciones y letras se agolpó a su alrededor. Bienvenida fue la primera en sonreírle y Curiosidad la que dio voz a la pregunta que todos llevaban esbozada entre los labios: quién eres? qué has venido a hacer aquí? Receloso, que desde una cierta distancia y amparado entre las sombras, no dejaba de mirar hacia el andén de la estación, hizo llamar por señas a Cautela y Desconfiada y sin que nadie lo notara, se alejaron sigilosos para no dejarse volver a ver.  Vanidosa se sentía tan dichosa que, de inmediato, corrió a preparar sus maletas, absolutamente convencida de que, aquella noche, el mundo entero se aprestaría a mirarla bailar  y Estela, recorriendo con sus dedos temblorosos la espiral de su cuaderno, sonriendo al abecedario, dulcemente respondió:

  - Vengo a buscar una historia que una noche, entre sueños, soñé. He recorrido el mundo entero tratando de encontrarla, no hay libro que no haya leído, ni rincón donde no haya buscado. A todo el que he preguntado por ella he sorprendido y nadie ha sabido darme razón. Vengo a buscar esa historia porque quiero conquistar con ella un corazón que parece estar hecho de acero y acompasar su latido al ritmo de mi corazón. 



  Un manto de sorpresa y de silencio recorrió de extremo a extremo aquel País de los Cuentos y por un instante pareció que hasta el tiempo se detenía.

  Autoridad fue la primera en reaccionar y con su voz templada y profunda, dirigiéndose a Estela, dijo:

  - El tren de horario incierto ha partido millones de veces desde esta estación, cargado de cuentos e historias que sin duda debes conocer. No fundiría alguna de ellas el acero de ese corazón que no late?



  Con tristeza, Estela les habló de Mauro, el niño obligado a ser hombre antes de tiempo, con la vida apenas estrenada pero tan vapuleado por ella que, perdidos los sueños y la sonrisa, solo puede vagar en un océano de pesadillas que no le permite conciliar el sueño. Mauro y su corazón helado, Mauro, su amigo, su anhelo… y a la pregunta de Autoridad, respondió:

  - Se las he contado todas; algunas lo asustan y humedecen su mirada, otras lo entristecen y lo desvelan, las hay que no comprende y por eso, lo enfadan, otras le dan risa y se atraganta, la mayoría no consiguen llegar hasta su corazón y se le pierden en el camino. Ya no sé qué hacer…

  Tal fue el efecto que provocaron sus explicaciones, que el Gran Consejo de las Palabras fue convocado de inmediato a deliberar en la cripta y allá permanecieron sin descanso doce días con sus noches hasta que el tintineo de la campana de la estación anunció que el tren estaba a punto de llegar.



                                           …/…

   Algunos años después…

       Una lágrima resbaló incontenible por su mejilla cuando, al abrir el cajón de aquella cómoda, sus manos toparon con la espiral de aquel cuaderno que nunca llegó a olvidar del todo y su corazón regresó a aquel vagón de tren donde, nerviosa e ilusionada, trataba de poner orden en aquel tropel de palabras que el Consejo de los Cuentos puso en sus manos antes de partir. Promesa, Fantasía, Lealtad, Fe, Fuerza, Ilusión, Confianza, Amistad, Complicidad, Paciencia… todas seguían allí sonriéndole con la misma ternura que aquella primera vez. No pudo evitar una carcajada al recordar los ojos desesperados de Amor corriendo con todas sus fuerzas por el andén de la estación y los apuros que pasó cuando, alcanzada por fin  la barandilla del último vagón de aquel tren en marcha, trataba de vencer la fuerza del viento que lo agitaba como la bandera de una goleta hasta que consiguió refugiarse en su cuaderno. Se preguntó si Vanidad habría terminado ya de llenar sus maletas y Receloso habría conseguido vencer su timidez y con una dulzura infinita, ahuecó el cojín de aquella butaca donde, no mucho tiempo después, Mauro dormiría plácidamente su siesta prendido de su mano en ese remanso que es el tiempo antes de que los niños regresen de la escuela… 



   Sé que muchas estabais impacientes por conocer a Mauro :) pero como veis, la historia lo ha sorprendido trabajando. En el fondo creo que es lo de menos, siempre he pensado que no hay nada que defina más y mejor a un hombre que la mujer que elige como compañeraConociendo a Estela podéis imaginar a Mauro, verdad? :) 



  Feliz noche de San Juan! :)

lunes, 22 de junio de 2015

Magia con los hilos

 Tengo una amiga que hace magia con los hilos, mi Vic (Victoriacm en el Foro “Tus Miniaturas”). Siempre he sospechado que es un duende y cada día me voy anclando un poco más en esa certeza. Admiro su vitalidad y esa naturalidad con la que enfrenta cada nuevo pequeño reto que se nos ocurre en este mundo diminuto;  en el tiempo que a mí me lleva pensarlo, ella ya lo tiene todo dispuesto. Y contagia… de alguna manera, esa fuerza me alcanza a pesar de los mil kilómetros que nos separan y a su sombra, yo también soy capaz de alcanzar una estrella :)

  Le encantó mi Estela -no tuve dudas cuando me lo dijo- los libros sin escribir, el arco iris, el abecedario, ese tren de horario incierto…  :) “Necesito imágenes, Vic…” y las manos le volaron al hilo y de pronto la historia tomó forma y se llenó de color en pequeños bordados deliciosamente  enmarcados… Dios mío! Mirándolos no puedo por menos que reconocer que ahora lo de menos son las palabras. Pero también se las pedí… “Necesito un prólogo, Vic…” Y en lo que dura un parpadeo, editó “mi” libro con un prólogo y unas ilustraciones que a mí me hacen evocar el polvo de estrellas. 





  Entusiasmadas, Vic y yo no tenemos medida, pero de poner orden se encargan las centinelas. Mav (Mavara en el Foro) no da tregua hasta que no atendemos todos sus “sube esto a ver qué tal… baja aquello… prueba más a la derecha… no tienes una pipa?...” y Azu (Hazucena) no da el placet sin antes haberlo dilucidado todo como Dios manda, “que no quiero líos!” 

  Ellas hablan con entusiasmo del lanzamiento de “mi libro”… Yo creo que es la estela de cuatro corazones que una tarde decidieron alcanzar una pequeña estrella que no dejaba de parpadear. 



 El gran estreno es mañana, lo haremos simultáneamente en el blog de Vic y en el mío, la imagen y la palabra, su entusiasmo y el mío.

  Me encantan estos líos en los que nos metemos, como la esencia en su frasquito pequeño, las grandes historias en una pequeña cosa, la amistad palpable entre las yemas de los dedos :)


  No faltéis! Esta vez es un cuento de amor! :)

domingo, 21 de junio de 2015

Estela

  Lo quiso desde antes de conocerlo y lo querrá por siempre; en su corazón, las iniciales se graban a fuego y funden su huella sobre acero, imborrables…



  No fue fácil llegar hasta él… Mauro bebía la vida día a día, la historia de hoy al margen de la de mañana, sin lazos, sin huellas… Y ella solo se atrevía a mirarlo en la distancia.


  Creyó que sería cuestión de palabras, que si acertara a explicarle, si fuera capaz de describirle aquel bullir de su corazón, él la tomaría de su mano. Pero cómo atinar con las palabras? Cuales eran y en qué orden debía conjugarlas?


 En esa búsqueda, aferrada a su cuaderno para resguardarlas, alcanzó la linde del arco iris…


 Estela...  ya te has dado cuenta? :) bastó con que te atrevieras a mirarlo, él jamás atendió cuando tú leías tu cuaderno, el prefirió volar en el azul de tus pupilas... No fueron las palabras, fue la fuerza que trajiste al volver, la que ya tenías cuando partiste... :)
  

  Esta es la Estela de la historia que os contaré en breve :) También os confieso que en ella se confunden leyenda y realidad, porque cuando está de este otro lado del arco iris, tiene a su tía Pili (Pilimini) que la adora, hasta el punto de que es ella la que la tejido toda esa ropica que veis; si solo hubiera estado yo, creo que nunca hubiera podido emprender ese viaje en que se embarcó, no hubiera tenido qué ponerse... Sus primas Dorleta y Aroa, a las que adoro yo :), se encargaron de elegir los diseños. 

  Ay Pili! creo que voy a tener que buscar en el cuaderno de Estela las palabras para explicarte lo feliz que me hizo tu ropica... Gracias!!! 



domingo, 14 de junio de 2015

Volvemos a salir de caza...

    Lo que más me gusta de una mini es la historia que lleva escrita, si no la tiene, me la invento. Obvio que una pieza bien hecha es un deleite para los sentidos, tomar entre las manos la obra de un buen artesano destapa todo un mundo de emociones, pero abrir una cajita que esconde el regalo de una amiga o recrear una fantasía construida entre risas  en esos ratos en los que la vida nos permite ser soberanos de nuestro propio tiempo, siquiera sea por unos pocos minutos, es también una de la satisfacciones más grandes que me puede regalar este mundo pequeño en el que nos encanta navegar. Quizá por eso invento historias, quizá por eso me siento tan orgullosa  de mis pequeños tesoros, seguro que esa es la razón por la que, al mirarlos, el corazón y la memoria despliegan sus alas y me elevan y me pierdo en ese lugar indescriptible, tejido con recuerdos, anhelos y sueños tan reales como el sentimiento que pueden  encerrar dentro de sí una cajita de madera y las manos torpes que la engalanan.

    Ese es el hilo del que se prende Estela… Estela y su amor incondicional… Estela y las palabras que no encuentra para describir, para convencer, para atraer, para entregar… Estela… el sentimiento y el deseo de hacerlo tangible… el corazón a la espera de las iniciales que le darán sentido…


    Nació del empuje que me supuso escuchar, después de mostraros a Canelo, esa frase que insistentemente muchos habéis pronunciado: “escribe otro cuento!”. Luego vinieron los: “ya lo tienes?”, “cuál es la historia esta vez?”, “cómo se titula?”, “cuándo lo podremos  leer?”… Más tarde, esa parte en la que uno muestra el alma hecha palabra y espera la reacción sintiéndose tan expuesto… Y de pronto el “Ohhhhhhh!!!!” y el estallido, el aliento contenido que al fin encuentra camino… bendigo a mis amigas!!!!

   Terminar de escribir la historia solo fue el principio de la historia, lo imaginabais, verdad? Después de darme a probar la miel del “Ohhhhhhh!!!!” :), lanzaron su ofensiva inmisericorde: “Hay que editar el cuento!” “Habrá que preparar ilustraciones que encajen con la historia!” “Tendremos que hacer una escena como Dios manda!”…

    Y volvimos a salir de caza… 

    La historia ya está escrita y deliciosamente ilustrada, la escena definida y en marcha y el libro en la imprenta. Jamás hubiera visto la luz sin todas vosotras. Tampoco sería la que es sin Victoria y sus manos de duende, sin Mavara y sus “por qué no pruebas a cambiar esto o aquello?”, sin las indicaciones irreemplazables de Azucena, sin Olga… Se ha gestado en un tiempo compartido y viajado a través de la distancia desde ese lejano país en el que todo está por hacer a la espera de que llegue ese tren de horario incierto que nos haga creer que somos capaces de conseguirlo.

  Ese es el proyecto que me tiene enamorada estos días, una historia, las ilustraciones que la recrean, el libro y la escena que la hacen tangible… un tesoro…

    Aún queda mucho por hacer y por desvelar, pero he pensado que quizá os haría ilusión conocer a Estela :)


    Sé que no debería empezar a cacarear antes de tiempo, pero no tengo paciencia... con lo necesaria que es para estas "pequeñeces" y yo no tengo paciencia :)

    Os iré manteniendo al tanto, no podré evitarlo!  :)
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