La tía Enrieta...

  Hace poco os presenté el cascarón de mi última ocurrencia :), hoy os dejo un avance de cómo va la travesía...  

  Los muebles son un rescate de la casa de costa de la tía Enrieta… tienen esa languidez propia de los días perezosos y el desgaste de muchas idas y venidas de la marea pero, a la par, el encanto de las cosas vividas y disfrutadas que a mí me gustan tanto… En azul porcelana con su escarchado de tofe y su gotita de miel… Les di un toque de barniz mate pero mi querencia es a la luz así que rectifiqué. Apenas se aprecia para lo que son mis percentiles pero ahí está el brillo, solo una ligera insinuación… había que cuadrarse ante la silla de mi hermana Vic :)

  La mesa de centro es una estridencia a la que no he podido resistirme, fue un regalo de un marino excéntrico del que la tía Enrieta jamás quiso desprenderse, aunque envió al marino a ultramar el día que se enteró de que había estrellado su yate contra el acantilado en un exceso de ron y quién sabe si de sirena… Reía con ganas cuando me contaba que aquella mesa nació de los restos de aquel naufragio y que sus patitas talladas eran todo lo que había quedado del palo mayor… Cuando cedía la risa, siempre había en sus ojos un chispazo de nostalgia que invariablemente la llevaba a encerar con esmero aquel mueblecito de madera… Aunque nunca me lo ha contado, yo sé que él le ofreció esa mesita como señal de arrepentimiento y rendición, con la promesa de adentrarse con ella en los parajes de su bosque y abandonar el mar para siempre… Pero de los dos, ella solo tomó  la mesa y cerró para siempre la casa de la costa…

  Soy de norte adentro, más de rincón de alameda que de orilla de playa, de hilo, gancho y pastel de manzana sobre hojaldre crujiente y mermelada así que, salvo los caprichos de la dulce tía Enrieta, mi escena no tiene vistas al mar, mi rincón mira a las flores, a la calidez del azul y la lavanda, al algodón, al cristal con que está hecha la amistad verdadera y a la seda que lo protege y le da fuerza de acero… Ya sabéis, sin pretensiones… :)

  Pero a lo que vamos, que son los muebles :) Os los van presentando mis chiquillas con sus vestidos y sus zapaticos nuevos :)

  He retapizado el sofá de la tía Enrieta y he añadido los cojines…

  Lavanda, Sabrina y Olivia con los vestidos y zapaticos de la tía Vic, lalalaaaa... :) El cojín de lavandas es de la tía Azu y el otro cojín de Tere (Santiaga en el Foro "Tus Miniaturas"). En realidad, el sofá de la tía Enrieta también llegó desde Zaragoza... Azu siempre ha suspirado por una casa en La Concha así que supongo que todo debe estar relacionado... :)

  Las mesitas velador son mi debilidad, si os fijáis, las encontrareis por todos los rincones de mi blog :)

  Qué bien le sienta esa mesita a mi Camila, verdad? Lleva puesta la chaquetica porque aquí, en el norte adentro, uno no puede salir de casa sin su chaqueta, pero hoy se la voy a quitar, hace uno de esos días espléndidos que te hacen desear que el tiempo se detenga :)

  Necesitaba estantes porque he decidido traer mis libros a escena… Siempre que voy de feria compro unos cuantos "detritus" :), mueblecitos del tres al cuarto con precios de una sola cifra pero que considero de fondo de armario para mis "por si acaso". Ha sido una suerte que esta vez tuviera dos! Os los enseño con la chiquilla de mi cumple, se llama Mavara y lleva puesto un Mavara's look :)

 He reservado para Carmela la mesa del naufragio... Carmela tiene el brillo de las perlas cultivadas... el encanto de una sirena... y el vestido, zapatos y la chaquetica de la tía Vic :) Después de hacer el suelo y esta mesita, empiezo a encontrarle su gracia a los palitos de polo...

  Le quitamos la chaquetica pero todo lo demás es innegociable :)

  Y como en la escena me queda un rinconcico que no sé con qué llenar, creo que voy a poner ahí esta sillica que me regaló mi hermana... fiu, fiu, fiu... Jaaaaaa! :) Es la silla más bonita que haya visto nunca...

 A la pelirroja marinera la llamé Zucena porque es la Blay que, a mi modo de ver, mejor representa a mi hermana pequeña :) ahora estoy echándola mucho de menos porque ha tenido que irse por unos días... seguramente ni leerá esta entrada, pero no importa... sabe que la espero de zo a zo, que no voy a moverme hasta que guelva y que si veo que tarda más de la cuenta, la iré a buscar y la traeré de guelta ajin ajin :) Sin chaqueta, so si! :)

  Pero os estaba hablando de mi silla... todo mi mundo de caramelo está representado en esa silla... Los ganchos que no cambio por ninguno, mis hilos, tijeras, lazos, puntillas, alfileres... los patrones! Empiezan a nacer algunas plumas en mis alas, pero no volaría de no haber tenido esos patrones... No sé si se apreciaran en la foto, pero hasta los ojicos de mis guris están en esa silla...

  Más la miro, más me atrapa! A todos mis "grandes guris" les hago su tarjeta de identidad, la que los certifica como únicos y especiales... fue una idea de tantas que hemos discurrido en los ratos de risas y de la que estamos muy orgullosas :) pues bien, hasta esas tarjetas están en la cestica de la silla de Vic, Señor!!!

  Y para ir cerrando, os enseño la alfombra. Fue un inter con Lourdes (Siberia en el Foro); Irene y Melita no se atreven ni a pisarla, jaaaaa!

  Voy a ir almidonando el vestido de cóctel... Si todo sigue como va hasta ahora, dentro de poco tendremos que inaugurar escena, la, la, laaaaa.... :)

  Otro "Mavara's look" aunque, esta vez, los zapatos son "Zucena's"; dauténtica piel, ojo! Yo también estoy peleando en ese frente, aunque de momento sin pena ni gloria...

  Creo que la entrada ya debe tener dos kilómetros así que voy a seguir con mi relleno :), no quiero que le queden grumos a la bechamel...

:)