Hace unos días leí la historia de
un hombre que encontró un pequeño animal moribundo. Al momento de toparse con
él, era un diminuto cachorro de una especie indescifrable que se llevó a casa
en la palma de la mano. Durante los días que siguieron lo cuidó y lo alimentó
sin esperanza pero sin tregua, hasta que aquel pequeño ser empezó a tomar
fuerza y a crecer revelando, al cabo de pocas semanas, que las ardillas
voladoras tienen un par de narices :)
No sé si fue efecto de aquella
historia o solo ha sido fruto del azar, pero yo también acabo de toparme con un
pequeño ser de ojos muy grandes y especie indescifrable que puedo sostener
sobre la palma de mi mano :)
No diría yo que sea una ardilla voladora, aunque es curiosa y corretea como si lo fuera...
Para ser conejo yo diría que las orejas son pequeñas...
Y para ser ratón le faltan dientes... aunque, quien sabe?
No dudo de que cuando crezca será trotamundos porque ya apunta maneras :)
En fin... como dice la copla, lo que sea sonará :), de momento nos la quedamos :)
Es tan fácil dejarse querer!
Y compartimos...
Y entre dar y tomar le vamos robando fríos al otoño y hojas al suelo :)
Molan los vaquericos de Valeria, eh? Son unos "Daragón" y sientan como un guante :)
Con sus pespuntes punteados...
Y sus bolsillos como se requiere, que no son escopetica feria!
Y hablando de feria... no digo más queso!
;)