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miércoles, 18 de enero de 2017

Rose Garden...

  El termómetro marca cinco grados bajo cero afuera aunque el meteorólogo dice que la sensación térmica es de menos diez... No sé si aprecio la diferencia entre un grado abajo o dos un poco más abajo, pero diría que hace un frío helador y que cuando entro en casa, me siento bendecida por todos los hados del destino. A mí me gusta la primavera y la tibieza del verano aquí en mi tierra y ya hace algún tiempo que me preparé un rinconcito donde encapsular el calor para mientras dura el invierno y tener a mano la sensación térmica de un atardecer apacible. Nació con maneras y vocación de invernadero y sus primeras flores brotaron del hilo, la semilla que mejor conozco, recostada sobre la tierra amable de mi gancho. Dicen que un “miniaturista” ha de saber cultivar la paciencia... en mi caso, fue más la impotencia a la hora de hacer plantas “de verdad” la que ha mantenido mi invernadero un poco descolorido y sin nombre hasta ahora.


  De mi amiga Carmen diría que no sabe tener las manos quietas -eso son muchas minis- y como además no sabe conservarlas llenas, deja que todos los pequeños frutos de sus enredos se desperdiguen por todas partes sin medida; yo tengo la suerte de que mi buzón aparezca señalado con un puntito azul sobre su mapa :)

  Entre sus ocurrencias navideñas estuvo la convocatoria de un sorteo “algo especial” en el foro, así lo llamó ella; una bobada el nombre porque de sorteo solo tuvo la fachada y de especial bastante más que “un algo”. Nos invitó a formular tres deseos... “de lo que yo hago, qué tres pequeñas cosas os gustaría recibir?”. No veáis el quebradero de cabeza que fue decidirse solo por tres y cómo campa a sus anchas el entusiasmo cuando nos invitan a pedir sin vergüenza...Yo me decidí por unas gitanillas plantadas en una de esas laticas que le salen tan bien y a mayores unas cintas y por si fuera poco, uno de sus libros que siempre me hace reír y que luego vino a resultar que ya me había mandado, Señor! Compensó el despiste enviándome unos cuantos más de su línea editorial y de paso, el calendario que gané “en buena lid” en uno de esos “meloquedos” y demás “tomatomas” con los que una puede toparse cada dos por tres en su blog, un rincón que yo ya considero como mi casa. 

   Enamoran, verdad? :)


  Y mirad qué bien emparejan con esta :)


  Y un retrato de grupo con señora en el calendario :)


  Resumiendo, que la “ganadora oficial” del sorteo “algo especial” fue mi hermana Mavara y que todo el resto de “galápagas” que nos aprestamos a seguirle el juego a Carmen también hemos visto nuestros deseos hechos realidad. Ahí queda! ♥

  Pero yo de lo que quería hablaros es de mi invernadero, que ahora ya tengo lleno de plantas. Y en desigual correspondencia con quien me ha hecho llegar la mayor parte de ellas, he dado en llamarlo mi "Rose Garden", un decir encantador que a mí siempre me suena a Carmen. Si no conocéis sus "Rose Garden", o sus "Rosa Rosae Rosam" o sus simplemente rosas, no dejéis de buscarlas en su blog porque elevan la sensación térmica hasta la calidez en un plis plas :)

  La verdad es que, mi escena, no tiene demasiado mérito porque prácticamente me he limitado a colocar parte de los tesoros de mi cajita de las pequeñas cosas, pero me encanta mirarlo! Por arriba...


  O desde abajo...


  Es un verdadero deleite sentarse en ese banquito a tejer... 

   


  Esas flores naranjas que se ven abajo son de mi hermana Vic :)



  Aquí se ven mejor :) Los geranios y las hortensias también son de Carmen y las margaritas con la lavanda abajo, un trofeo de buena suerte :)


  La casita de pájaros me la envió mi Azu ♥ Ella se ríe cuando le digo que tiene un sello especial que se plasma y hace reconocible todo lo que enreda, pero se lo digo absolutamente en serio...


  He traído también a mi invernadero aquella jarrica blanca que tantas risas nos regaló en el blog de Carmen... Después de hacer la foto la he cambiado de posición para que luzca como merece :)


  Alguien ha descubierto el nido? :) A ver... 


  Me encanta, Azu! ♥


  Qué dulces son las tardes al abrigo de algo pequeño, verdad? Y cómo consigue el cariño hacernos olvidar el frío...

:)

sábado, 7 de enero de 2017

Fondo de armario...

 Ya os conté que mi amiga invisible, Mavara, me regaló un armario casita, verdad? Y también que es un armario al que yo siempre he estado mirando de reojo, recordáis? Nunca me atreví a pasar de ahí porque la belleza de ese armario, para mí, está sobre todo en su interior y tiene mucho, mucho fondo... 


  Lo cierto es que, a pesar de lo mucho que me atraía, me imponía además mucho respeto; la escala 1:144 son palabras mayores para mí, solo con nombrarla ya noto que se me ponen los pelos de punta, así que me conformaba con mirarlo e imaginar qué mágico duende podría vivir en un espacio tan pequeño y tan inmenso a la par...


  De todos los que he visto, siempre me han gustado los espectaculares, esos que cortan la respiración cuando abres sus puertas y descubres la mansión victoriana que esconden, con sus candelabros, sus luces y sus sombras... esos con un exterior impecable y un acabado perfecto... maravillosos... Pero al afrontar el mío, decidí hacerlo con los pies sobre la tierra, aunque, en la trasera, le he colocado unas pequeñas alas transparentes que lo llevaran donde mi corazón lo sueñe :)

  Para empezar, organicé mis pinceles :); he visto montones de vídeos en los que, en un plis plas, cualquiera transforma un tarro de mermelada en algo bonito y decidí probar :) La herramienta es importante, cuidau! Pero no lo es menos el modo en que nos la pongamos a mano :) La, la, laaaaa...


  Si aparte de gustarme mucho pintar, hubiera sabido hacerlo bien, hubiera cogido los óleos y estaría a punto de cortaros el hipo con la próxima foto; pero pinto como pinto, así que... Fresa y nata! Por qué no? :) 


   Las guindas llegarán más tarde, cuando decida quien correteará por esos pasillos, quien prenderá el fuego de la chimenea, quien velará al bebé tejiendo en el cuarto de arriba... :)


  La he imaginado llena de luz, alegre y funcional, pero tan acogedora que, probablemente quienes la habiten nunca querrán abandonarla... La he imaginado sencilla pero llena de detalles, cálida, vivida y entrañable... Bañada por el aroma de un bizcocho horneándose en la cocina... con burbujas en el baño, montones de risas y rebosando amor... Seguramente el bebé que dormirá en el capacico será una niña con lacitos rosas porque mi Azu me ha regalado un bebé de arroz... Quiero construir un hogar dentro del armario que me regaló mi Mav... ♥


  De momento, lo estoy soñando...  Os contaré... La, la, laaaaa... ♥

:) 
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