No soy una cocinera de postín, ni siquiera una cocinera mediocre, pero siempre he pensado que el secreto de un bizcocho esponjoso está en dejarlo cocer a fuego lento. A mí me encanta mirarlo a la luz del horno, con la cocina en penumbra y sentir como su aroma se va extendiendo por toda la casa mientras va subiendo, tomando forma y dorándose poco a poco...
Probablemente esa es la razón por la que no se moverme por las redes sociales más allá de momentos fugaces que enseguida me empiezan a pesar. Se me representan como un océano inmenso, azul y sereno muchas veces, gris y encrespado otras, siempre en movimiento y en avance vertiginoso, rebosante de flora y de fauna de todos los colores imaginables. Es muy fácil dejarse atrapar y perderse en sus aguas pero os confieso que su ritmo me resulta agotador y siempre me alejo con la sensación de haberme dejado en el tintero cien mil "buenos días", "buenas noches", "me gusta", "me entristece", "me sorprende"... y un sinfín de comentarios en otras tantas publicaciones que la mayoría de las veces ya no soy capaz de volver a encontrar... Supongo que algo tendrá que ver también el hecho de haber nacido en el norte adentro... no soy inmune al mar pero por mis venas corre el agua dulce de una fuente de alameda y si acaso, la corriente de un torrente de montaña que se viene a remansar en este pequeño y recóndito rincón y en otros tantos que habitualmente visito y en los que puedo detenerme y disfrutar a fuego lento, sin prisa y a salvo de los vientos del mar abierto, regresar cuantas veces quiera, encontrar y dejar huella de mi visita con las yemas de mis dedos y no con el frío y cortés prefabricado que brota del clic de un botón. Qué le vamos a hacer! A mi me atrapa el sabor antiguo del bizcocho horneado en casa a fuego lento...
Nos hemos tenido que poner calcetines... Nunca hubiera estimado que esta pudiera ser una noticia relevante pero navegando por esos lares que os he contado he descubierto que noticias así despiertan el entusiasmo de un montón de botones ;) Creo que el verano se ha marchado un par de días a sobrevolar otro mundo, pero dejaré que esa parte os la cuente él...
:)