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miércoles, 29 de agosto de 2018

Maison Bois: La alcoba (1)

  Las casitas de alameda vienen a ser como las casitas de costa; al cruzar el umbral uno no espera grandilocuencias sino un sencillo asalto de calidez y si acaso, el aroma delicioso de unas magdalenas recién horneadas. Las casitas de costa, lo mismo que las de alameda, se viven y se disfrutan, no se contemplan :) No va a ser una entrada corta así que os sugiero tener a mano la lata de las galletas :)

  Hace tiempo que Gabriela se esmera en adecentar la casita Bois... Como diría mi abuela, "tarde no es y prisa no hay", pero cada paso que damos es un avance y como quien no quiere la cosa, a la cocina y a la toilette que ya terminamos, sumamos ahora la alcoba que albergará los sueños, los recuerdos, los primeros rayos de sol y la luz de la luna en el duermevela :)


 Nos decidimos por el azul el día que Gabriela se enamoró perdidamente de la vieja alacena que encontramos en el desván de la casita de costa de la tía Enrieta... Recordáis a Enrieta? ♥


 No me preguntéis qué pudo ver en ese pequeño mueble desvencijado, pero no hubo modo ni manera de convencerla para que lo dejara correr y, como cuando esto sucedió ni siquiera habíamos empapelado la alcoba, decidimos que definitivamente nos traeríamos a Enrieta a la Alameda vistiendo la alcoba con el color del mar que la enamoró a ella. Así es como a veces suceden las cosas, queridos...

 El bolsito es Violeta Llaneza ♥; lo habéis reconocido, verdad? :) El jarrón es de mi hermana Vic ♥, lo mismo que la cajita que se adivina debajo y en la que Gabriela guarda sus mini-bitel :) Antes de que Azu pregunte qué es lo que es eso que hay dentro del armarito al lado de la caja, os diré que es un pequeño "puff" que yo le he tejido. No hay nada como recostar los pies sobre un puff de algodón en esos ratos de lana en los que da pereza acostarse y lo que apetece es mover un gancho al abrigo de las estrellas :)


  Para las cortinas optamos por la sencillez, ya lo veis... En las casitas de Alameda, lo mismo que en las de la costa, las cortinas en realidad sobran, hay tanto que disfrutar al otro lado de los cristales! Por eso optamos por un visillo sin pretensiones que invita a la luz a colarse dentro sin cortapisas y que abre y cierra casi con solo desearlo... El percherito es de Fergo y el paraguas un regalo de feria de Almuhada... A Gabriela le encanta! En los días de lluvia imaginamos que es una de las sombrillas del paseo donde está la plaza en la que vivía Enrieta cuando tocaban baños de olas... Tiene el azul del mar profundo y las estrellas de una noche de verano, qué más se puede pedir? ♥



  Siempre cuelgo corazones en los pomos de armarios y cajones... Recuerdo que, en cada visita a la costa, tejía alguno para la tía Enrieta, una costumbre que ella nunca dejó de agradecer... "Querida... algún día conseguiré recomponer mi maltrecho corazón entrelazando los trocitos que tú me das cada verano... Espero que nunca los tejas para ese marino sin barco que aún me ronda los sueños..." Y cada verano, invariablemente, yo le hacía esa promesa... "No tejeré trocitos de corazón para tu marino, Enrieta, pero espero que cuando ya no le queden lágrimas seas tú quien los comparta con él:) Algún día tengo que contaros como terminó aquella historia... Ahora estábamos en la alcoba... 

  El banquito de rayas es otra remembranza... el toldo bajo el que Enrieta burlaba al sol del verano, siempre combinaba rayas en blanco y azul celeste... :)


 Y aquí tenemos que detenernos :) Gabriela no da un paso sin ese bolso desde que mi hermana Azu se lo regaló :) Ella dice que al mirarlo ve a Mamá Osa tejiendo una colchita para su bebé a punto de nacer... ♥ Azu debió presentirlo porque también le regaló el bebé :)


 Ojo a ese bolígrafo, eh? Mi maña dice que tiene ese don para las cosas pequeñas y yo hace tiempo que me convencí de que así es... :)



 Seguimos? Para la cómoda nos inspiró la espuma :) Hay un encanto especial en una ola que rompe... en ese blanco que se impone y no se rinde... en ese empuje que lo intenta una y otra vez...


 No es perfecto??? Cuando vi el efecto de la cómoda bajo las amapolas de mi Vic no podía creerlo! Olas de Alameda... Siempre supe que era posible!!! :) Ahí está!!! Mi deliciosa Alameda... las olas de mi dulce Enrieta... y mis hermanas llenándolo todo!!! :)


 La cajita de plata y el monedero de Mav... la barrita de labios Daragón; qué sería de Gabriela sin ella! ♥ San Pancracio con su perejil... :) Nadie como Vic para los santicos :) Es casi impensable imaginar "Cherubín" en dificultades, pero ya sabéis... toda precaución es poca! Leocadia también fue un regalo de Azu... Os he contado??? Fue la reina de las calabazas en las fiestas de Majones allá por el... qué año fue Azu? Pero ya sabéis lo que pasa... te hacen reina por un día y cuando se apagan las luces solo quedan la resaca y un terrible dolor de cabeza; el camión municipal sepulta la fiesta a golpe de manguera y nadie se acuerda de la calabaza; mundo ingrato! De no ser por mi hermana a saber en qué contenedor hubiera acabado la porecica! Para Gabriela es un amuleto... ella dice que representa la esperanza, la confirmación de que la Ley de Murphy también tiene sus grietas :) Yo también lo creo!


 No concibo el mar sin caracolas así que bajamos del altillo la cajita de los tesoros de Carmen (Pekevasión) y pasamos un buen rato escuchando el murmullo del mar entre los álamos, una delicia! :)


 Por cierto... no sé qué os parecerán los atuendos de mi Gabriela pero debéis saber que no son escopetica de feria; están tejidos con hilo de bordar a máquina y gancho del 0,5. Para que os hagáis una idea, hacen falta un sinfín de puntadas para avanzar un centímetro; llegué a pensar que estaba tejiendo una colcha para mi cama en lugar de un top para Gabriela. Algún día tengo que enseñaros mi colección de los cien mil hilos y contaros las risas que hice con Vic el día que decidimos que no podíamos vivir sin diez mil metros de hilo de bordar a máquina, jaaaaa!!! Os aseguro que no hay tono en la paleta del que no tengamos una bobina, Señor! Los zapatos son Victoria's; mis hermanas solo me permiten el crochet en los pies cuando Gabriela se pone el camisón... 



  No paséis por alto los corazones que adornan la falda a juego con el top :) hay veces en que la diferencia es solo cuestión de un pequeño matiz... :)


  

  Mmn... mencionar el camisón me ha hecho mirar el reloj... ya es muy tarde...


  Volveré! Me he comido media lata de galletas, pero lo cierto es que la alcoba no ha hecho más que empezar...

:)

viernes, 24 de agosto de 2018

Jaibor, Rita Jaibor... :)

 Erase una vez un pueblecito encantado donde vivía una ratita que llevaba un corazón de hierbabuena prendido de su bolsito...






 Cada mañana, con el primer rayo de sol, salía de su casita y bajaba al bosque a recoger ramitas de fresno para su chimenea y pétalos de rosa y campanillas para el alfeizar de su ventana...



 Cuentan los que lo saben que, en sus documentos oficiales, figura como Jaibor, Rita Jaibor, pero en el pueblo todos la conocen y la llaman Gilda y Gilda me gusta  llamarla a mí también...  :)


  Cuentan que, desde lo alto del cerro donde está su casa, en los días claros, se puede distinguir la línea del horizonte tan nítidamente que uno se pregunta si realmente habrá un camino más allá de ella o si por contra, los confines de la tierra partirán en esa franja lejana el universo en dos...


 Sea como fuere, Gilda prefiere soñarlo que averiguarlo y corretear entre las lindes mucho más seguras del bosque amable que tan bien conoce y en el que, apenas con cerrar los ojos, puede encontrar sin dificultad pequeños brotes de alameda que la devuelven de nuevo a aquella casita que se escondía tras aquel pequeño agujero en la trastienda de "Cherubín" y que nunca olvidará...






 Quien sabe si esos pájaros que trinan no sean las crías de aquellos que hacían sus nidos en los álamos del paseo... Quien sabe si esa hojarasca no sea la misma hierba que pisaba cuando la mano de su madre la guiaba en sus primeros pasos... la fuerza del viento de las tormentas bien pudo haberla traído hasta aquí, no creéis?...


  El verde no hay duda de que es el mismo verde...







 y el aroma antiguo de las lavandas perdura tal y como lo conoció...



  Es hora de hacer acopio y ponerlas a secar en el sombrío. Cuando el verano se despida, amorosamente bordará  pequeñas  bolsitas de algodón y el  verano  dormitará  en los  cajones de  su ropa  blanca hasta  que la  primavera  despunte  otra  vez  y  cuaje su bosque de nuevas amapolas... 


  Mmn... Empieza a anochecer, Gilda; nos hemos alejado y el camino de vuelta es largo...








 :) Si... yo también lo creo... el cielo sigue siendo aquel mismo cielo...



 No vayas a ponerte triste! :) Antes de lo que imaginas volveremos al anochecer de la Alameda... yo te llevaré! Se de una casita en la que seremos muy bien recibidas... Te verás tan bonita a la luz de los farolillos!!! :)



 Atiende las lavandas, Gilda... :)




  Llevaremos unas bolsitas cuando visitemos a Gabriela... Necesitas un abrigo... :)




lunes, 20 de agosto de 2018

La vie en rose...

 Suele parecer, a veces, que la vida es una balsa de aceite, una pradera verde y segura, cálida y llena de luz...


 Invita a echar el ancla, mirar al cielo y dejar volar las ilusiones...


  Pareciera que las flores no fueran a marchitarse nunca...


 Que los atardeceres no fueran a desvanecerse jamás...


 Pero realmente la vida es una jungla...


 Y tarde o temprano te pone contra las tablas... Siempre hay alguien que se encarga de empuñar la espada...


 No es fácil aguantar la acometida y, después de encajar el golpe, uno se repliega y da miedo volver a salir...


  De pronto pareciera que la pradera se angoste, que las flores se hubieran podrido y el atardecer se hubiera apagado para siempre y con él se hubieran desplomado las ilusiones... Pareciera que lo hemos perdido todo...


  Pero solo son turbulencias!     :)

 Siempre nace una nueva flor!  El rosa lo pones tú :) Solo hay que dejar que el corazón bombee y que los ojos vuelvan a abrirse :) El rosa eres tú! Ni se compra, ni se roba, ni se vende; lo tienes o no lo tienes y tú naciste con él; estará donde tú vayas :)


 Se llama Kira. Esos pliegues en el canesú del vestido no fueron deliberados, no os voy a engañar... coser un vestido no es llegar y pun... con todo se aprende :)


:)

martes, 7 de agosto de 2018

Errores...

  


  Lo malo de equivocarse no es el error en sí; lo malo de equivocarse es no rectificar. Yo creo que el primer paso después de un error es lamentarlo, algo que, por desgracia, no todo el mundo tiene tan claro. Es bastante común, después de equivocarse, dedicar todas las energías a tratar de encontrar a alguien a quien poder endosar el error. No concibo mayor bajeza. Tampoco creo que valga la pena deshacerse en lamentos, no se consigue nada prolongando innecesariamente esa contrición y cuanto antes nos pongamos a la tarea de reparar, antes y mejor conseguiremos que las aguas vuelvan a su cauce. Después de eso, un poco de memoria nos permitirá reconocer la piedra antes de volver a tropezar en ella. Parece simple, verdad? A mí me parece que es muy simple, pero lo cierto es que el número de cretinos que, al menos a mí, me tocan en los alrededores de mis coordenadas me lleva a concluir que no lo es tanto, así que celebro mi instinto por lamentar, reparar y recordar los errores porque me temo que es un bien bastante escaso :)

  En mi última entrada os presenté a Carlitos... Lo lamento, fue un error... aquel era Lucas :) Ya he rectificado la entrada :) Carlitos es este :)


 Me di cuenta en cuanto lo vi terminado... No os imagináis cómo lamenté haberme precipitado y me tiraba de los pelos porque resulta tan obvio ahora que el pelirrojo es Lucas! Cómo no me di cuenta?????    :(



  Así suelen suceder las cosas... no echemos la culpa a nadie; dejemos esa parte para los necios y los mamarrachos :)

   Es bonico, verdad?  :)


  Por qué va con jersey si estamos a mil grados??????


  Mi Carlos lleva ese jersey porque se lo he regalado yo :) 


  Aún quedan algunos chicos buenos... :)




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