Esos pequeños kits que me ha dado por hacer tienen la ventaja de que permiten dar el gusto a todos. La mayoría de los peques han disfrutado "viajando" en su caravana y mirando las estrellas, pero no todos son iguales...
Ya conocéis a Pistacho... invariablemente, siempre que lo miro, lo encuentro al lado de un libro...
...y no solo en casa; Pistacho no va a ninguna parte sin un libro...
Por eso, pensé que se merecía tener su lugar especial, el refugio que hiciera que este verano también fuera especial e inolvidable para él y después de darle muchas vueltas, creo que lo encontré 😊
Me encanta ese aspecto "demodé" que tiene...
...y pese a la sobria apariencia, esos guiños de color en los muebles...
...También me conmueve ese vetusto sillón que junto con la mesita y las flores dan fe de que leer es mucho más que sostener un libro entre las manos... 😉
...y el techo con claraboya hace posible seguir las historias y el ritmo del día a la luz del sol y de la luna...
Pistacho... no puedo esperarte más, ya es hora de cenar y dormir... mañana podrás volver...